En contraste con la ignorancia, la inocencia se toma generalmente como un término positivo, denotando una visión dichosamente positiva del mundo, donde se da una menor experiencia bien en una visión relativa a los iguales sociales, bien por una comparación absoluta a una escala normativa más común.
La falta de criterio de muchos padres a la hora de tener que asumir la educación de sus hijos que crecen en una sociedad cada vez más convulsionada, violenta, respeto por sí mismos mucho menos por el otro.
Los medios tienen una gran responsabilidad en esto de deformar la información y de inculcar en gente con poca formación cultural los conocimientos necesarios para advertir situaciones de riesgo, actuar sobre el hecho ya consumado generalmente revela una familia donde no se supo actuar a tiempo, donde faltaba diálogo y en ese desconocimiento del padre sobre las actividades de sus hijos es muy difícil poder establecer límites.
Las redes sociales hoy se inundan de opiniones, incluso de profesionales a los que les falta experiencia de campo y criterio para opinar, surgen frases tan convenientes como poco comprometidas, decir que la sociedad es responsable de los excesos de los niños y adolescentes, es magnificar hechos que tienen que ver sí con los padres como miembros de la sociedad, pero primeros responsables de la falta de comunicación en sus hogares y del desprecio por valores que hoy parecen ser algo del pasado.
Educar a un hijo no es solo tarea de los docentes, incluso a la falta de vocación de muchos docentes, sumamos como sociedad el hecho de que algunos padres han desautorizado la autoridad de los mismos, con comentarios críticos sobre los maestros incluso con hechos de violencia.
Los chicos en su crecimiento reciben innumerable información, Internet es una herramienta excelente, pero para chicos sin tutela de mayores es una puerta a una especie de caja de Pandora.
No existe una fórmula para el éxito como padre, pero sí existe algo que construirá los cimientos de una sana relación entre hijos y padres, el compromiso y la participación, no es un secreto y no es necesario ser un profesional o egresado académico para saber que los hijos, que los niños observan a los adultos, que buscan un referente, por eso es necesario que los padres participen de la formación de sus hijos, que participen de las actividades, de las escolares, que conozcan a los docentes, que participen de las reuniones, que miren sus cuadernos o carpetas, todo es importante, incluso participar en los actos escolares, el trabajo o la falta de tiempo no es una excusa, el padre que no puede participar en esto, puede hacerlo en su casa, puede dedicarle tiempo a sus hijos cuando sus obligaciones se lo permiten.
Como en muchos de los problemas sociales, existe una gran hipocresía a la hora de analizar qué les pasa a los menores, el inicio temprano en la sexualidad, en las adicciones, son una clara señal de que existen fallas que exceden a la responsabilidad del Estado o la sociedad, droga y alcohol existió siempre, los adolescentes siempre estuvieron expuestos a estos riesgos, pero hoy la permisividad de muchos padres que permiten que prácticamente niños “jueguen a ser adolescentes” los expone más a peligros que no son nuevos, pero que han ganado espacio por la falta de diálogo y seguimiento de los padres.
Muchos padres pregonan el amor por sus hijos, se muestran interesados e incluso tratan de cumplir frente a la sociedad y las autoridades escolares, pero luego en sus casas, donde creen sus hijos están seguros, no controlan con quienes interactúan sus hijos, no saben qué páginas visitan o quienes son realmente sus contactos.
Los perpetradores y pedófilos no descansan, ellos perfeccionan sus métodos para captar menores, he detectado para sorpresa de algunos padres que incluso sitios que uno estima seguros como por ejemplo YouTube, existen videos infantiles que en algunos pasajes combinan dibujos sexuales, así, si uno no ve el video de dibujos completo, cree que se trata de un inofensivo dibujo animado.
La falta de filtros para menores en las máquinas por parte de muchos padres, es otro foco a tener en cuenta, ya que muchas veces de forma accidental los hijos acceden a sitios pornográficos.
Paloma Valladares Ortiz, psicóloga especialista en Educación "La escuela sí es la principal fuente de educación en el niño sin embargo, para que esto se dé tiene que estar la familia atrás, porque antes de que vaya el niño la escuela el primer contacto que tiene con el exterior es por medio de la familia".
"Si se pierde esta parte, es cuando el niño puede encontrar muchos problemas sobre todo entre los ocho y los diez años, puede empezar a desarrollar conflictos de identificación y ya no será tan fácil encontrarse a sí mismo, todo esto por la falta de la autoridad de los padres", dijo.
Las consecuencias puede ser devastadoras, la psicología infantil asegura que algunos factores que presentarán los niños de padres que no se ocupan de la educación de sus hijos son: Desequilibrio mental ante la posibilidad de ser rechazado por sus padres, aislamiento, pérdida de autoestima, culpa y vergüenza, depresiones y delincuencia juvenil.
Por el contrario, la experta explicó que cuando hay un apoyo familiar en la educación del niño, cuando la familia es la primera que promueve la educación, el niño tiene un auto-concepto mucho más fuerte y la fuerza para desenvolverse por sí mismo.
Recalcó, que es muy importante que la familia apoye a sus hijos tanto el ámbito escolar como en sus relaciones sociales.
Comparto que es necesario para la educación de un hijo que los padres asuman que decir No o poner límites no solo es bueno, sino necesario, pero también es cierto que los padres deben educar más que nadie con el ejemplo.
Por estos días es común oír y leer a padres exponer sus vidas, sus broncas y hasta sus vicios públicamente, incluso repetir estas conductas delante de sus hijos, entonces, que límite le puede poner un padre a su hijo si por ejemplo en su Facebook se suben fotos, comentarios y hasta se hace apología del porro o las bebidas, y una vez más los medios publican estadísticas de aumento de consumo de bebidas y drogas de los chicos, como si eso no tuviera un origen en el seno familiar y algunos salen con las frases huecas de que la sociedad debe ser responsable, primero los sujetos que forman la sociedad deben ser responsables para en conjunto tener una sociedad responsable.
Falta una autocrítica profunda, primero de los padres, que actúan como si fueran “amigos” de sus hijos, se exponen a algo que no tiene nada que ver con la sinceridad, fumarte un porro delante de tus hijos o con ellos no te hace un padre cool, ni los prepara para ser “más vivos”.
Se marcha pidiendo ni una menos, cuando los hogares cada día son más violentos, y ninguna Ley o castigo cambiará lo que se mama en el hogar, sin respeto, sin educación, podremos hacer miles de marchas pero el resultado seguirá siendo el mismo que hasta ahora, un fracaso.
Hay que dejar de creer que otro, un político va a traernos la solución, porque la solución se empieza a construir entre todos, sin solidaridad como sociedad estamos condenados al fracaso, sin equidad estamos condenados al fracaso, porque no se trata de que ninguna mujer sufra violencia, nadie debe sufrir violencia, ni los niños, ni los ancianos, ni los hombres, falta valor para buscar un equilibrio y en estas medidas que se ponen de moda surgen incoherencias, tipos reconocidos por haber agredido a sus parejas durante años se sacan una foto con un cartel y la leyenda ni una más y lavaron sus culpas.
Incluso muchas mujeres que he leído en las redes reclamar respeto por las mujeres, a diario denigran a otras en sus muros, incluso hablan de niñas a las que “etiquetan” de rapiditas, ¿eso no es violencia?.
Los hombres violentos se formaron generalmente en hogares violentos, es entonces muy importante la educación como prevención de la violencia, pero sin dejar de lado que la injusticia y la mentira generan violencia. En España el abuso de algunas mujeres mal asesoradas por abogados oportunistas generó el efecto contrario, la violencia no bajó, familias enfrentaron largos conflictos y lejos quedó la esperanza de erradicar la violencia doméstica.
En la Argentina, las víctimas de no adecuar la Ley de violencia de género, será como lo fueron en los países que fracaso por los abusos la ley, los hijos de esos matrimonios.
Las verdaderas víctimas de esta sociedad hipócrita son los niños, los adolescentes, que no encuentran una vía de diálogo porque nos observan a los mayores, porque ven que los ejemplos de sus padres, no son lo que les inculcaron, porque incluso sienten vergüenza de lo que hacen público sus padres y esto no es culpa de la tecnología, no es culpa de las redes sociales, es culpa de padres que publican como ya lo dije sin pensar las consecuencias de sus actos, Internet no es un diario íntimo, es un ámbito público, incluso para los que dicen tener sus publicaciones en privado solo para unos pocos.
La vorágine de muchos ha llevado a que hoy los niños hayan perdido la inocencia, mucha información sin procesar y sin el acompañamiento de los padres, padres que viven como si se tratara de adolescentes, expuestos, algunos incluso sin importarles que su ridículo lo trasladan a sus hijos.
Con estas conductas imprudentes, les extraña después que sus hijos se depriman, que no rindan, que no confíen en ellos.
Niños/as con tatuajes, piercings, vestidos como adultos, maquillados, con celulares y notebooks sin control, sin horarios, sin hábitos para alimentarse, para el estudio, el aseo, para el descanso.
Es indudable que como sociedad es necesario replantearse muchas cosas, pero considero que primero es necesario empezar por casa.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
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