En el partido de Avellaneda, en la localidad de Sarandí, a tan solo metros del Consejo Escolar, se encuentra en la calle Iberá 168, del barrio de Crucecita se encuentra el Colegio Saint Exupery, una institución privada conducida por la Directora General Institucional Liliana N. Colavolpe, la Directora de Nivel E.P. Profesora Mónica V. Lisi, Secretaría Administrativa Lara L. Souto, el Coordinador de Disciplina y Convivencia Prof. Humberto Gerardi, la Directora de Nivel Secundario Profesora María Julia Puertas, la Secretaria Administrativa secundaria Liliana E. Cordo.
Los mencionados, deberán explicar los motivos por los cuales, la institución no ha sabido ordenar muchas situaciones que se generaron de maltrato, bullying y situaciones de acoso o manoseos que se han dado en la escuela y a las que algunos docentes han minimizado sin importar que algunas conductas pueden afectar a los más pequeños.
Algunas de esas situaciones ya se encuentran denunciadas en la Jefatura de la DIPREGEP de la Región II, a cargo del Inspector Jefe Dr. Juan Carlos Baitía, quien curiosamente, es abogado, y a pesar de haber realizado un acta de los hechos denunciados, recomendó hacer la denuncia penal, cuando el sentido común indica que cualquier funcionario, tiene la obligación de realizar la denuncia correspondiente cuando tomare conocimiento de la posible comisión de un delito, conducta que en este caso el funcionario derivó en el denunciante.
Se consideró inapropiada, irregular y hasta necesario que la justicia investigue la conducta de uno de los profesores del establecimiento escolar, el cual subía fotos inapropiadas para menores, varios de los cuales están entre sus amigos de Facebook y son alumnos del colegio, con los cuales mantenía además comunicaciones referente a las imágenes subidas, por una cuestión que hace a la coherencia, no podemos publicar las imágenes que el docente subía, pero que se encuentran en poder de la justicia.
La gran Pilatos o encubrimiento?
Que ante el desentendimiento del colegio, y las evasivas de algunas de las autoridades escolares a padres que intentaban pedir alguna explicación, el colegio envía a los padres un comunicado en las libretas de los alumnos con fecha 05 de agosto del 2013, deslindando responsabilidades por el uso de las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales. (Ver foto con el texto).
Luego de consultar a distintos abogados especialistas en minoridad, a docentes y defensores de los derechos del niño, es que se solicitó una entrevista con el Jefe de la Región II de la DIPREGEP, concretándose la misma el 23 de diciembre del 2013, reunión de la que se labró un Acta a fojas 290/291, donde como ya mencionamos, curiosamente se describen los hechos que motivan la denuncia y la investigación periodística, pero en lugar de asumir su obligación de funcionario público y realizar la denuncia para que se investiguen los hechos y determinar si hay delito o solo faltas administrativas, como abogado recomendó hacer la denuncia en la justicia al periodista si es que a él le interesaba lo que ocurría más allá del interés periodístico, obviamente que realizar la denuncia no es una molestia, pero estaría muy bueno que los funcionarios se comprometan con sus obligaciones en beneficio de los niños.
Por el momento y esperamos que sea la institución la que se ocupe de informar a los padres por qué no actuó en consecuencia sobre el docente, lo identificaremos como Gustavo C. ya que fueron varios los alumnos que nos referían que en el colegio lo llamaban "Gordo violín" y que era común los chistes con doble sentido y subidos de tono entre el docente y los alumnos, nobleza obliga, ninguno de los consultados refirió que las cosas hayan pasado de eso, por lo menos que supieran, si coincidían en que eran fuertes algunas de las cosas que subía al muro y algunos comentarios con menores de entre 13 y 15 años.
Muchos de los abogados consultados coincidían en el hecho de que el uso del Facebook es de responsabilidad del titular de la cuenta, pero que tratándose de un docente con contactos alumnos menores, y el conocimiento del trato entre el docente y los alumnos, debería el colegio haber intervenido y adoptar las medidas que correspondieran a una situación de este tipo.
El material que curiosamente el docente elimina a días de la denuncia, como si alguien le hubiera aconsejado eliminar material que llevaba varios meses, no tenía ningún tipo de razón pedagógica que ameritara su publicación y todos coincidieron en que la conducta debía ser denunciada para que la justicia determine si existe un reproche legal o no.
Como medio comprometido con el respeto y la defensa de todos los derechos humanos, especialmente los de los niños, no miramos para otro lado, no esquivamos el deber de poner los hechos en conocimiento de la Justicia, pero sí vamos a solicitar que nos informen por qué un funcionario no realiza la denuncia ante hechos que él mismo considera graves y pasibles de denuncia penal.
Tampoco vamos a omitir la opinión de muchos de los consultados respecto a la responsabilidad de los padres que no controlan las actividades de sus hijos en Internet, especialmente en las redes sociales, un informe publicado por nuestro multimedios, revelaba que el 82% de los chicos, de entre 11 y 15 años han visto pornografía incluso en presencia de los padres, porque muchas veces los padres están en sus "cosas" y no se toman el tiempo de revisar la navegación de sus hijos o tener acceso a sus cuentas.
Hay todo una discusión sobre el tema de la invasión a la privacidad de los chicos, pero no menos cierto es que existe un enorme riesgo en el uso de Internet sin un control adulto, incluso en sitios conocidos como YouTube existe pornografía infantil encubierta en inocentes dibujitos que entre las imágenes habituales intercalan otras de contenido sexual explicito.
Como siempre nuestro medio está a disposición de quienes quieran hacer alguna aclaración, a diferencia de los colegios estatales, son los colegios privados quienes escogen a sus docentes o auxiliares, la mala elección no es sino responsabilidad de quien no tuvo el adecuado cuidado al elegir o al supervisar.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
Editor General Multimedios El Sindical
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